miércoles, 10 de noviembre de 2021

Sesiones de Animación Cultural

 

 

 

                Aprovechando que en el post anterior se han tratado las aptitudes que se esperan de un tutor ideal, quería destacar una en particular que es la de animador y dinamizador. Para ilustrar por qué ese papel es fundamental para mantener una clase motivada y mejorar sus rendimientos académicos quería compartir mi experiencia como Animadora Cultural, que así dicho no parece que signifique nada.

                Básicamente, a través de la editorial de libros de texto Oxford, tuve la oportunidad de visitar varios colegios de Castilla y León, sobre todo de la zona de Salamanca y Zamora, para dar unas charlas sobre diferentes aspectos de las culturas anglosajonas. Normalmente era para los niños y niñas de todas las etapas de educación Primaria, divididos por grupos de nivel según considerase el colegio. Es verdad que también hice algunas sesiones para primeros cursos de la ESO y también para infantil.

                Estas sesiones eran íntegramente en inglés, adaptadas a los diferentes niveles y conocimientos que poseían los estudiantes y el número de participantes variaba en función del tamaño del colegio (llegue a tener sesiones de casi 100 chavales). Utilizando una modalidad de cuentacuentos y una experiencia lo más interactiva que me permitían las distintas situaciones, intentaba transmitir cómo sería un paseo por Londres, un viaje por distintos países de habla inglesa o una fiesta de cumpleaños de Mickey Mouse y Ladybug.



                Mantener la atención y el interés en esta clase de actividades es crucial, pero sobre todo es un reto y más cuando finges que ni hablas, ni entiendes su lengua materna. Pero es de los retos que se saca lo mejor que uno tiene que ofrecer y los resultados lo demuestran. Los materiales con los que me enfrentaba eran mis conocimientos sobre la materia y dominio del idioma, un micrófono (que mi garganta agradecía), proyector y una presentación PowerPoint de cosecha propia (excepto el primer año), mi personalidad radiante y mi faceta de actriz y payaso a tiempo parcial. Lo que recibía a cambio era un alto índice de participación por parte de alumnos y profesores, una atención sostenida durante toda la sesión, y un aplauso final que siempre era de agradecer.

Entre los recuerdos que guardo con más cariño están los profesores intentando comunicarse conmigo hasta por señas porque se pensaban que no hablaba el idioma, un profesor que se acercó con su alumna con necesidades especiales para decirme que la niña no me había entendido gran cosa pero que le había contagiado de la energía que transmitía y quería acercase a agradecérmelo personalmente, los pequeños intentando enseñarme a decir cosas en español y yo haciéndome la sueca (iou nou jablou espaniol) y un sinfín de comentarios en castellano sobre lo amena que había sido la jornada, pensando que yo no les entendía.

                Lo que me ha demostrado esta experiencia, es que la gente, por lo general, responde de manera positiva cuando tú das lo mejor de ti, pones interés y empeño para conseguir transmitir ciertos conocimientos, y que, si tu energía es la adecuada, puede llegar a transmitir tanto o más que tus palabras.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Presentación