jueves, 4 de noviembre de 2021

Mejorar la Calidad Educativa

 

Cuando empieza a asomar una nueva reforma educativa (otra de tantas) se abre el melón de la calidad educativa, se empiezan a sacar informes de PISA, recomendaciones de la OCDE y a tirar cifras de un lado para otro. Al menos así me imagino el paripé que se montan nuestros dirigentes para al final ignorarlo todo y quedarse siempre cortos en sus propuestas.

Desde el Consejo Europeo se marca el siguiente objetivo para sus estados miembros en materia de educación: tasas de abandono escolar prematuro por debajo del 10%; al menos un 40% de las personas de 30 a 34 años de edad deberán completar estudios de nivel terciario (educación superior). La cuestión es, ¿cómo llegar a esas metas? En el post de hoy os traigo dos propuestas que en mi opinión son claves:

1.       Fortalecer la relación entre educación y mercado laboral

La gran mayoría de los jóvenes que llegan a bachillerato se encuentran ante una de las mayores incógnitas a las que se van a enfrentar: qué estudiar a continuación. Muchas veces no encuentran la respuesta hasta mucho más tarde. Esto denota una falta de orientación por parte de los centros y de las familias y una falta experiencia en diferentes ámbitos de la vida laboral.

En el informe “Education at a Glance 2019 de la OCDE se destaca la necesidad de que sistemas educativos y empresas colaboren para ofrecer una visión actualizada del estado del mercado laboral actual y así abrir el abanico de posibilidades profesionales al alumnado.

Éste parece ser también uno de los objetivos marcados por Europa para el futuro de la calidad educativa. Según La Estrategia Europa 2020, los estados miembros deberán implementar medidas que consigan acoplar mejor los resultados educativos con las necesidades del mundo laboral y ayudar a los jóvenes a acceder al mundo profesional mediante orientación, asesoramiento y prácticas de calidad. A pesar de las mejoras logradas en España, la transición entre escuela y mundo laboral sigue siendo muy complicada:

“Los titulados universitarios tienen dificultades
para encontrar un empleo acorde con sus
capacidades. En España, la proporción de
titulados universitarios es superior a la media de la
UE (42,1 % de la población de entre 30 y 34 años
en 2018, frente a un 40,2 %), pero el 37,1 % de los
titulados universitarios que cuentan con un empleo
ocupan un puesto de trabajo que no exige
titulación superior (frente a una media del 22,7 %
en la UE).”

España y La Estrategia Europa 2020

                Los beneficios de orientar y asesorar adecuadamente a los jóvenes en todas sus etapas de formación educativa no solo se presentan a nivel personal o local, sino también económica y socialmente. Sin embargo, la realidad en los centros es que en demasiadas ocasiones los orientadores que deberían ayudar en estos aspectos no son personas cualificadas para ello y se dedican simplemente a decirte que vayas por letras si tus notas son bajas o mediocres porque esa rama es más fácil y de lo contrario que vayas por ciencias. Las ambiciones de los alumnos, sus metas y sus pasiones quedan en un segundo plano, por no hablar de las consideraciones de necesidad en el mercado laboral que directamente ni entran en el cuadro.

2. Fomentar la formación permanente de los docentes

Tal vez, para los que vais a clase os pareceré un disco rayado y por eso pido disculpas, pero los estudios demuestran que la manera más eficaz de elevar la calidad educativa es elevando la calidad docente. Para ello es necesario que se fomenten las habilidades docentes que rozan muchos ámbitos y muy variados, y que sin embargo no se adquieren durante la formación inicial: por un lado por el carácter cambiante de los modelos dinámicos de educación a los que se enfrenta el docente hoy en día (es muy importante actualizarse en esta profesión y no quedarse obsoleto), y por otro lado, porque las competencias de un buen docente necesitan de práctica en el aula para poder consolidarse y el prácticum en ese aspecto se queda corto.

La OCDE llega incluso a recomendar la necesidad de renovar el personal docente para evitar la escasez del profesorado.

No obstante, considero que más que una renovación, España necesita una actualización y ampliación del personal docente. De esta forma se pueden ofrecer más puestos a profesores más jóvenes y también mantener motivada a la plantilla de profesores más experimentados que pueden encontrarse frustrados por la repetición curso tras curso de los mismos patrones.

Un cuerpo docente formado adecuadamente y motivado ha demostrado presentar ventajas en el alumnado, que se contagia de esa motivación y mejora su rendimiento académico, bajando las tasas de abandono escolar.

Estas son sólo dos de las medidas que podrían ayudar a la mejora de la calidad educativa, sin embargo, estudios y expertos recomiendan muchas más: reforzar la formación profesional, mayoría autonomía a los centros y a los docentes, bajar las ratios, atención a la diversidad, mayor inversión, etc. Seguramente no exista una fórmula mágica que funcione siempre y en todas partes, pero lo que está claro es que una educación de calidad es un objetivo alcanzable que beneficiaría a la sociedad al completo.

¿Qué medidas creéis que serían más eficaces para conseguir cumplir con los objetivos europeos de bajar la tasa de abandono escolar? ¿Pensáis que estos objetivos son alcanzables?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Presentación