Educación en Castilla y León

 

El sistema educativo de la comunidad se ha clasificado como el mejor sistema no universitario del país, según el informe PISA, y sigue puntuando muy alto en ciencias y matemáticas en comparación con el resto del mundo.

 

Las claves del éxito son múltiples y muy variados. Por mencionar algunos nos encontramos con:

-    Equilibrio entre la escuela pública y privada: aunque no esté demostrada la superioridad en calidad de una o de otra, este equilibrio pretende ofrecer una mayor equidad en oportunidades de aprendizaje y muestra que nuestro sistema no está fragmentado. Encontramos los siguientes datos en el último informe de PISA:

“No hay diferencias estadísticamente significativas entre centros públicos

(el 70 % del total) y privados-concertados (prácticamente el 30 % restan-

te). Aún más, en ciencias, los alumnos del sistema público obtuvieron

mejor resultado que los del sistema privado (518 puntos frente a 517);

eso ocurrió también con una competencia extra que se evaluó en 2015,

la resolución de problemas en entornos colaborativos (alumnos de la

pública: 517 puntos, de la privada: 514). La diferencia entre pública y

privada es la menor de toda España (0,88 %); la media nacional llega a

una tasa diferencial del 29,81 %.”         

-    Fernando Rey

-     Apuesta por la educación rural: se trata de una comunidad autónoma extensa, pero con poca población, muy dispersa, donde destaca el medio rural. A pesar de las dificultades a las que muchos centros rurales se enfrentan para mantener sus puertas abiertas, podemos encontrar casos donde se llega incluso a mantener escuelas que solamente tienen cuatro alumnos. De nuevo, PISA pone de manifiesto que apenas hay diferencia de calidad entre la escuela rural y la urbana.

-    Seguridad en las aulas: la comunidad destaca por ser pionera en medidas contra el acoso escolar y la falta de respeto lo que la posiciona en primer lugar en España y en tercer lugar en todo el mundo (por detrás de Corea y Holanda): la tasa de alumnos que
han percibido acoso es del 1,7 % frente a la media del país: 2,6 %

Otros aspectos que expertos han destacado de la calidad educativa en Castilla y León son la vocación del profesorado, solidez de la educación inclusiva, formación permanente y solida del cuerpo de profesores, equilibrio entre el currículo escolar y las políticas innovadoras, gran apoyo familiar, fuerte sentido de pertenencia de los alumnos. Todos estos datos vienen a mostrar una mayor equidad, lo que claramente conecta de forma positiva con el rendimiento escolar.

 Sin embargo, quedan aspectos a mejorar dentro del sistema:

-    Los programas bilingües: es una metodología muy presente en la comunidad que en muchas ocasiones se traduce en calidad de educación a ojos de la sociedad. Creo que puede llegar a ser una metodología interesante y muy beneficiosa si su aplicación fuese la adecuada. A día de hoy, los centros con opción bilingüe o bien tienen profesionales que sepan inglés, pero cuya materia no es la que imparten, o bien, que suele ser lo más común, profesores expertos en su materia que se han sacado un máster o un curso en inglés. El resultado de esto suele ser alumnos que no terminan de comprender los conceptos que estudian, que los aprenden de memoria en inglés, pero no conocen el equivalente en castellano (alumnos que saben decir Norway, pero no saben que eso es Noruega). El planteamiento de la metodología me parece muy superficial y al contrario de la imagen pública que se tiene de estos tipos de programa, opino que aún queda mucho por recorrer para tener la calidad educativa que prometen.

-    Éxodo educativo: a pesar de los esfuerzos que se están poniendo para garantizar una educación rural de calidad y que ello quede reflejado en informes, la realidad es que la falta de población en el ámbito rural, y sobre de todo de familias jóvenes con niños, está obligando a muchos centros a cerrar y a los alumnos que viven en los pueblos de Castilla y León a desplazarse a las ciudades para completar sus estudios. Sin embargo, a raíz del confinamiento debido a la pandemia y del fomento del teletrabajo, podemos observar una recuperación del medio rural que tal vez consiga paliar esta situación.

-    Centros con un alto porcentaje de grupos en riesgo de exclusión social: el elevado número de centros de este tipo que encontramos en la comunidad pone de manifiesto una serie de desigualdades presentes no solo en el sistema educativo, sino también en la sociedad misma.

-    Tasa de abandono escolar: según los últimos datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional el porcentaje de jóvenes entre los 18 y 24 años de edad que no completan sus estudios en la segunda etapa de la educación secundaria (FP de Grado Medio, Básica o Bachillerato) se sitúa en el 15.4% en Castilla y León, muy por debajo de la media española (16%). Bien es cierto que estos parámetros no tienen en cuenta personas que, pasada esa franja de edad, deciden seguir con los estudios o que encuentran alternativas más allá de las mencionadas anteriormente, seguimos ante un porcentaje alto de personas que se encuentran con un sistema que les ha fallado.

-    Fuga de cerebros: por último, quería destacar un detalle que no es necesariamente un fallo en el sistema educativo, sino una consecuencia social. Está claro que el empeño que se pone por mejorar el sistema educativo y conseguir resultados tan aplaudidos se hace con el objetivo de formar individuos que más tarden aporten a nuestra sociedad. Sin embargo, la comunidad le falla en este sentido a sus ciudadanos ya que muchos de los talentos formados aquí terminan trabajando en otras comunidades o saliendo del país para conseguir unas condiciones de vida dignas que consideran que no pueden tener aquí.

    A pesar de los resultados positivos que los informes arrojen y por mucho orgullo que nos proporcione a los castellanoleoneses que nuestro sistema educativo esté a la altura de países como Finlandia, queda de manifiesto que aún tenemos desigualdades sociales que atajar para garantizar una verdadera educación de calidad y, sobre todo, para asegurar que esos ciudadanos que formamos con tanto esmero se queden a vivir y a trabajar dentro de la comunidad.